
Anna e Igor comparten un negocio familiar: juntos son propietarios de un café donde Anna despliega su talento culinario y él se encarga de la parte financiera y legal. Aparentemente forman la familia perfecta, llena de armonía, calidez y estabilidad. Sin embargo, la felicidad se quiebra cuando Anna descubre la infidelidad de Igor. Tras la ruptura, se ve obligada a asumir en solitario no solo la crianza de sus hijos y las tareas del hogar, sino también la gestión del negocio. Mientras Igor intenta arrebatarle el café que tanto ama, Anna apenas encuentra fuerzas para seguir luchando. Desesperada, busca ayuda y contrata a una niñera, sin imaginar que conocerá a Maxim, un exmilitar que ahora cuida niños y que podría cambiar su destino.