
En el mundo del arte, las voces externas pueden interferir en el proceso creativo y distraer de la intención original. Es importante aprender a ignorar las distracciones y mantener la mentalidad clara que produjo la primera obra exitosa. Cualquier presión interna o externa es una señal para la autoexaminación y el objetivo del artista es mantenerse puro y desapegado. Participar regularmente en la práctica de concentrarse en hacer un gran trabajo fortalece el músculo de la intención enfocada.