
Nacido en Argentina, fue el primer latinoamericano en liderar la Iglesia y rompió con más de 1.200 años de tradición al convertirse en el primer Papa no europeo. Además, fue el primer jesuita en asumir el trono de San Pedro y llegó con la promesa de una Iglesia más cercana a los pobres.
Durante su papado, fue clave en la histórica reconciliación entre EE.UU. y Cuba, puso sobre la mesa la crisis de los migrantes en Europa y pidió perdón por los abusos de la Iglesia. Pero también dejó temas pendientes: mantuvo su postura en contra del matrimonio igualitario, el aborto y la