
Los artistas pueden esperar inspiración como un rayo, pero es más constructivo centrarse en los espacios que lo rodean. Si bien la inspiración puede expandir nuestra experiencia de lo posible, la diligencia y el esfuerzo son necesarios para hacer grandes obras de arte. Si la inspiración no llega, aún podemos hacer nuestro trabajo y notar conexiones sorprendentes a través del acto de hacer.