
En el arte, la sinceridad es un subproducto y no puede ser el objetivo principal. La creatividad es un proceso exploratorio para encontrar el material oculto dentro de nosotros y el arte nos permite acceder a los aspectos más verdaderos e irracionales de nosotros mismos. Si nos apartamos y dejamos que el arte haga su trabajo, puede producir la sinceridad que buscamos, aunque puede no parecer lo que esperábamos.