
“Alvaro es un ejemplo por su impulso claro e indiscutible para lograr un mundo mejor y más sostenible a través del cine. Este premio ayuda a la renovación de ese impulso que tanto nos enseña. De nada servirá el cine en un planeta irrespirable y sofocante en el que apenas se pueda vivir”, destacó el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, en el acto de entrega que tuvo lugar en la sede de la institución.
Emocionado, Longoria resaltó que el Rayo Verde “es un reconocimiento otorgado por dos instituciones a las que admiro profundamente y que, de algún modo, representan dos influencias clave en mi vida”; habló de los “millones de personas luchan cada día por ayudar a los demás y por conseguir un mundo mejor”; e hizo un llamamiento a la familia del cine “a liderar con el ejemplo. Debemos dar a los jóvenes historias inspiradoras, ya que son ellos quiénes van a cambiar el mundo y los contenidos que consuman deben reflejar estos principios. No todo vale. El poder del audiovisual implica una responsabilidad de transmitir mensajes significativos”, subrayó.