
En esta edición, Remedios Reyes, la cantaora de Chiclana, se alzó con el Premio Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena. Su interpretación fue un fiel reflejo de la profundidad y autenticidad que exige el flamenco más puro. Su cante brilló en la bulería por soleá, donde demostró una conexión natural con el compás y el sentimiento, dejando una huella imborrable en el público. Su interpretación de la seguiriya también fue bien recibida, con algunos giros que emocionaron a los asistentes, consolidando su lugar como una de las grandes promesas del flamenco actual.
Otros finalistas destacaron por su esfuerzo y dedicación. Moisés Vargas, de Cartaya (Huelva), ofreció una actuación llena de corrección técnica y entrega emocional. Aunque algunos momentos pudieron haber sido más intensos, su repertorio por tarantos y bulerías por soleá mostró un sólido dominio del cante. Edu Hidalgo, de Valdivia (Badajoz), presentó una voz flamenca que, aunque más pausada en ciertos pasajes, ofreció momentos de gran belleza. Su interpretación por romance y tonás dejó ver su vasta experiencia y conocimiento del cante tradicional.
José Moreno "El Cano", también de Badajoz, trajo frescura a su actuación. A pesar de algunos leves ajustes al inicio, supo sobreponerse con gracia y autenticidad, grabando a grandes maestros en su interpretación de la malagueña y bulerías. Susana Romero, de Vejer de la Frontera (Cádiz), cautivó con su interpretación de la minera, lo que le valió el Premio Calixto Sánchez. Su cante mostró progreso respecto al año anterior, y su energía en las bulerías rindió homenaje a figuras icónicas como La Perla.
El momento más emocionante de la noche llegó con la actuación de Rocío Reyes, cuya elegancia y dominio del escenario hicieron que su baile fuera una de las grandes sorpresas. Acompañada por David "El Galli" y Javier Rivera al cante, y Rubén Romero a la guitarra, Rocío supo combinar la técnica y la emoción de manera sublime. Sus tarantos y alegrías estuvieron llenos de precisión, pero también de naturalidad y compás. El uso del mantón y la bata de cola fue magistral, mostrando que es una bailaora con un futuro brillante en el flamenco.
La noche también fue escenario de un emotivo homenaje al matrimonio formado por la bailaora Pepa Montes y el guitarrista Ricardo Miño, quienes compartieron anécdotas de su tiempo junto a Antonio Mairena, recordando la importancia de mantener viva la tradición flamenca. Este reconocimiento subrayó el compromiso de Mairena del Alcor con la historia del flamenco y su deseo de transmitir este arte a futuras generaciones.
El Concurso Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena, a pesar de la evolución natural del flamenco y la creciente presencia de nuevos talentos, sigue siendo una de las plataformas más importantes para los artistas flamencos que desean consolidar su carrera. La exigencia y el prestigio de este certamen hacen que los participantes lo vean como un reto, pero también como una oportunidad única para crecer y evolucionar dentro del flamenco.
El jurado, compuesto por José Manuel Díaz "Mibri", Carmen Arjona, David Pino, Lourdes Gálvez del Postigo y Miguel Ángel Jiménez, tuvo la difícil tarea de elegir a los ganadores, ya que la calidad y el nivel de los participantes fue muy alto. . La impecable organización y la seriedad con la que se gestiona este concurso mantienen vivo su prestigio año tras año.
En resumen, el LXIII Concurso Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena sigue siendo un referente inigualable en el mundo del flamenco. Remedios Reyes brilló con su cante auténtico y emotivo, y Rocío Reyes demostró que el baile puede ser tan trascendental como el cante en una velada donde el arte flamenco fue el gran protagonista. Este evento es, sin duda, una cita obligada para los amantes del flamenco, un encuentro donde la tradición y la evolución del arte flamenco se dan la mano.
Disfruta de los mejores momentos de esta mágica noche en nuestro video, donde podrás revivir la emoción y la belleza del cante y el baile flamenco en su máximo esplendor.