
A veces, nuestras elecciones artísticas más interesantes surgen por accidente, como errores que son el subconsciente comprometido en la resolución de problemas. Para cultivar la sorpresa, se debe soltar el control y abordar el proceso con humildad, lo que permitirá que lo inesperado surja. Vivir en el descubrimiento es preferible a vivir a través de suposiciones.