Miguel Flores, "El Capullo de Jerez", nació en el Barrio de Santiago de Jerez de la Frontera. A los pocos años, con su familia, se trasladó al barrio de La Asunción, donde también vivían Tío Borrico, El Terremoto, Paco Laberinto o La Paquera. El que más le marcó de todo aquel plantel de figuras fue Fernando Terremoto.
Despuntó en los "Jueves Flamencos" que organizaba el tocaor Manuel Morao. Pocos flamencos están tan pasados de compás como El Capullo y tienen esa capacidad natural para cuadrar los tercios.
El único cantaor profesional de su familia es él, pero sus dos hermanas y sus tres hermanos bailan. Todos lo han mamado de su madre, Isabel "La Moza".
Miguel es payo y sostiene que, dentro del mundo artístico Jerezano no se pueden establecer diferencias entre gitanos y gachós "Lo importante es criarse en la cuna del arte... yo llevo toda la vida con El Torta, el Mijita o Manuel Moneo. Aquí, puros somos todos". Criado en los populares barrios jerezanos de Santiago y La Asunción, Miguel Flores creció escuchando los cantes festeros de artistas tan importantes como Terremoto o La Paquera de Jerez. Si bien en un principio quiso ser jugador de fútbol, pronto inició su trayectoria artística dentro de los Jueves Flamencos, de Manuel Morao, llegando en 1985 a actuar en los tablaos madrileños de «La Venta el Gato» y «los Canasteros».
Siempre ha sido un defensor del flamenco a la vieja usanza, poco amigo de fusiones e innovaciones.