
Recibe su denominación por los masclets, nombre valenciano de unos petardos característicos de gran potencia sonora. Cuando se ligan mediante una mecha conforman lo que se conoce como una traca. Las mascletàs se sujetan a mediana altura colgadas con cuerdas o azados mediante cañones.
Soy gran defensor de las mascletás porque son lo opuesto a los fuegos artificiales (castillos) que buscan principalmente la estimulación visual, las mascletàs tienen como objetivo estimular el cuerpo a través de los fuertes ruidos rítmicos de los masclets, y mucha gente consideran la organización intencionada de estos ruidos estruendosos como música.
Es el evento lúdico festivo más sonoro que yo conozco. Y es una muestra palpable de que lo sonoro se impone a lo visual.
Mi tributo consiste en una mascletà electroacústica basada en el uso de sonidos generados por la conexión y desconexión de dispositivos electrónicos en sus respectivos puertos mediante cableado (plug in / plug out). Algo muy sencillo pero innovador para homenajear a estas fiestas que son patrimonio inmaterial de la ciudad de Valencia. Arte sonoro y tradición de la mano. Creada en el año 2005, posiblemente sea la primera obra conceptual de electroacústica creada en torno a las mascletàs.
jazznoize@hotmail.com