
Durante toda su vida, Lisa trató de complacer a su madre y abuela, con quienes vive hasta el día de hoy. Desde muy joven, la convencieron de que debía encontrar un marido decente, que lograra algo en esta vida y recibiera una buena educación. En general, su elegido debe ser perfecto en todo, y ni siquiera vale la pena mirar a los demás. Lisa está tan acostumbrada a escuchar la opinión de otros que nunca se preguntó qué quería ella misma...