
Argentina Coral - Yo me la llevé a una era
El Sevillano - Juerga y bautizo
Fosforito - Me están lastimando
Juan Osuna - Pregón del jazminero
Lola Flores - Tanguillo de la guapa de Cádiz
Los Paquiros - Que son de Jeroma
Manolo Escobar - Tanguillos de la defensa
María la Canastera - Tango del sacromonte
Pepe Marchena - Tiempo de toros en La Habana
Perlita de Huelva - Agüita salada
Porrina de Badajoz - Tangos de la picuriña
El tango flamenco es considerado uno de los palos flamencos más antiguos, junto con la soleá. El patrón rítmico del tango (o habanera), procede, según algunos expertos, de las contradanzas (o contredanse, un estilo musical que se bailaba en Francia en el siglo XVIII) que llevaron a América los esclavos de Santiago de Cuba.
De ahí, se extendió por toda Europa, y llegó a Cádiz como tango americano, estableciéndose como uno de los números centrales de las zarzuelas. Los ritmos empezaron a variar y surgieron las primeras variaciones del tango flamenco que conocemos hoy en día: si era más suave, una canción romántica, se denominó “habanera”, mientras que si era una versión más jocosa se denominó tiento.
Durante la posguerra, el tanguillo adquirió protagonismo propio, incluso se empezó a emplear el término para diferenciarlo del tango flamenco en los discos. Y tal y como pasa en otros palos flamencos, el tanguillo tiene diferentes variantes melódicas y podemos escuchar diferentes canciones según la que se utilice, aunque siempre manteniendo la cadencia rítmica. Lo que sí diferencia al tanguillo de otros estilos flamencos es la alegría que desprenden (de ello que se hicieran muy populares entre los más carnavaleros).
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