
Blog:
Telegram:
Instagram:
La víbora cornuda es una especie de víbora venenosa nativa de los desiertos del norte de África y partes del Medio Oriente. Se reconocen fácilmente por la presencia de un par de "cuernos", aunque también existen individuos sin cuernos. Su longitud total media es de 30 a 60 centímetros. Las hembras son más grandes que los machos. Los ojos están situados a los lados de la cabeza y existe un dimorfismo sexual significativo: los machos tienen cabezas y ojos más grandes que las hembras. El patrón de color consiste en un color de fondo gris amarillento pálido, rosado, rojizo o marrón claro, que casi siempre coincide con el color del sustrato donde se encuentra el animal. Una serie de manchas oscuras recorren todo el cuerpo. El vientre es blanco. La cola, que puede tener la punta negra, suele ser fina. Estas serpientes generalmente se mueven lateralmente, y esta acción lateral les permite viajar rápidamente a través de la arena, que se calienta mucho bajo el sol del desierto, mientras minimizan el contacto con la superficie. Si se sienten amenazados, pueden adoptar una postura en forma de C y atacar rápidamente. Otro dato interesante sobre estas serpientes es que tienden a enterrarse en la arena para protegerse del sol y del calor y también para tender emboscadas. Sus presas suelen ser: lagartijas y pequeños mamíferos. El veneno de la víbora cornuda es muy tóxico y suele causar hinchazón, hemorragia, necrosis, náuseas, vómitos y hematuria. A pesar de tener un veneno mortal, las víboras cornudas cobran pocas víctimas, pues habitan en regiones casi desérticas, y además, emiten una señal de alerta con sus escamas dentadas, como las serpientes de cascabel. Se estima que una dosis letal para los humanos es de 40 a 50 miligramos.
#VíboraCornuda