
Efeméride del día de hoy: en 1876, nace Mata Hari, la mujer que danzó entre el deseo y la muerte. Nacida como Margaretha Zelle en los Países Bajos, quedó huérfana en su infancia. Huyó de un matrimonio infeliz y reinventó su vida en París, donde su belleza exótica y sus danzas orientales la convirtieron en un mito viviente. Durante la Primera Guerra Mundial, fue reclutada como espía. Dicen que trabajó para los alemanes… o para los franceses… o para ambos. Su arma era el encanto. Su campo de batalla: los dormitorios de generales, diplomáticos y príncipes. Una vez pidió una suma millonaria a cambio de seducir a un comandante enemigo. Fracasó. Fue arrestada por los franceses, acusada de traición, y fusilada en 1917. No quiso que le vendaran los ojos.
Fue mito, mártir o embaucadora. Pero en una guerra hecha por hombres, pagó por ser libre, deseada… e indescifrable. ¿Espía, o chivo expiatorio de un mundo que no perdonaba a las mujeres que brillaban?