
Efeméride del día de hoy: en 1789, la Revolución francesa aprueba la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Inspirada en la Ilustración y en la independencia de Estados Unidos, nació del hartazgo frente a la monarquía absoluta, los privilegios feudales y la desigualdad social. Proclamaba la libertad, la igualdad ante la ley y la soberanía de la nación, principios que resonaron más allá de Francia, influyendo en Europa y en América. Sus repercusiones fueron inmediatas: fortaleció a la Asamblea Nacional, debilitó la monarquía y sembró las bases de un nuevo orden político. La Declaración marcó un quiebre: demostró que los derechos podían dejar de ser concesión del poder y convertirse en fundamento universal.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, mostró que cuando los derechos se proclaman universales, los reyes se convierten en hombres comunes, ante la ley.