
El editor es quien determina la expresión final de una obra, recolectando y seleccionando lo vital y recortando lo innecesario. La edición es una demostración de buen gusto y el contenedor es el principio organizador del trabajo. La edición implacable no se trata de reducir el trabajo a su longitud final, sino de reducirlo más allá de eso. El objetivo es llevar el trabajo al punto en que no podría haber sido organizado de otra manera, con un sentido de equilibrio y elegancia. Ser un artista significa estar constantemente preguntando cómo puede ser mejor, ya sea en tu arte o en tu vida.