
Efeméride del día de hoy: en 1955, Emmett Till, un adolescente afroamericano de 14 años, es asesinado brutalmente en Misisipi tras ser acusado de silbarle a una mujer blanca. Fue secuestrado, golpeado, baleado y arrojado al río Tallahatchie. Los responsables fueron llevados a juicio, pero un jurado íntegramente blanco los declaró inocentes. Pocas semanas después, amparados en que no podían ser juzgados dos veces por el mismo crimen, confesaron en una entrevista pagada haberlo matado. La madre de Emmett, Mamie Till, exigió un ataúd abierto en el funeral para mostrar al mundo el horror infligido a su hijo. Las fotografías del cuerpo destrozado recorrieron el país y encendieron la indignación. Su muerte se convirtió en un catalizador del movimiento por los derechos civiles, que líderes como Martin Luther King Jr., transformarían en causa colectiva. El caso Till reveló la verdad amarga: cuando la justicia abdica en favor del racismo, a veces es la inocencia sacrificada la que enciende el fuego de la historia.