
La creación de una obra de arte es un proceso misterioso y a menudo exagerado en las historias que se cuentan sobre él. Las explicaciones que damos para entender la complejidad de nuestra experiencia humana son conjeturas vagas y poco confiables. No hay reglas para crear una obra de arte, solo importa la expresión. El significado de una obra puede cambiar con el tiempo y el espectador puede aportar tanto como el creador. En última instancia, nunca sabremos el verdadero significado de una obra y debemos dejar que otros hagan las historias.